This page was machine-translated from English. Report issues.

Cómo hacer alitas de pollo crujientes sin gluten con salsa picante de búfalo

Estas alitas de pollo sin gluten se hornean hasta quedar crujientes a la perfección y se revuelven en una audaz y picante salsa de búfalo. Fáciles de preparar y rebosantes de sabor, son una opción ideal para fiestas, noches de juegos o como un refrigerio satisfactorio. El recubrimiento sin gluten garantiza que todos puedan disfrutar de este clásico favorito sin preocupaciones.

Create your own plan

Learn2Vibe AI

Online

AI
What do you want to cook?

Detalles de la Receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocción: 50 minutos
  • Tiempo total: 1 hora 5 minutos
  • Porciones: 4-6
  • Dificultad: Intermedia

Resumen Simple

Alitas de pollo crujientes y sin gluten cubiertas en una salsa de búfalo picante y agridulce, un aperitivo que gusta a todos y perfecto para el día del juego o cualquier reunión informal.

Detalles de la Receta

  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Tiempo de cocción: 50 minutos
  • Tiempo total: 1 hora 5 minutos
  • Porciones: 4-6
  • Dificultad: Intermedia

Ingredientes

  • 2 lbs de alitas de pollo, separadas en partes planas y tambores
  • 1 taza de harina integral sin gluten
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 cucharadita de pimentón
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Para la salsa de búfalo:

  • 1/2 taza de salsa picante (como Frank's RedHot)
  • 1/4 taza de mantequilla sin sal
  • 1 cucharada de vinagre blanco
  • 1/4 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/4 cucharadita de salsa Worcestershire (variedad sin gluten)

Instrucciones

  1. Precalienta el horno a 400°F (200°C). Forra una bandeja para hornear grande con papel pergamino.

  2. En un tazón grande, mezcla la harina sin gluten, sal, pimienta negra, ajo en polvo y pimentón.

  3. Seca las alitas de pollo con toallas de papel. Revuélvelas en el aceite de oliva para cubrir.

  4. Enharina cada alita en la mezcla de harina sazonada, sacudiendo el exceso. Coloca las alitas en la bandeja para hornear preparada, dejando espacio entre cada una.

  5. Hornea durante 45-50 minutos, dándoles la vuelta a la mitad, hasta que estén doradas y crujientes.

  6. Mientras se hornean las alitas, prepara la salsa de búfalo. En una cacerola pequeña, combina la salsa picante, la mantequilla, el vinagre blanco, el ajo en polvo y la salsa Worcestershire.

  7. Calienta la mezcla de la salsa a fuego medio, revolviendo hasta que la mantequilla se derrita y la salsa quede suave. Retira del fuego.

  8. Cuando las alitas estén listas, transfiérelas a un tazón grande. Vierte la salsa de búfalo caliente sobre las alitas y revuelve para cubrir uniformemente.

  9. Sirve de inmediato con tallos de apio y tu salsa para mojar sin gluten favorita.

Notas del Chef

  • Para alitas aún más crujientes, puedes colocarlas sobre una rejilla de alambre encima de la bandeja para hornear.
  • Para preparar con anticipación, prepara las alitas hasta la etapa de horneado y refrigéralas hasta 24 horas antes de cocinar.
  • Para una salsa más suave, aumenta la proporción de mantequilla con respecto a la salsa picante.
  • Guarda los restos en un recipiente hermético en el refrigerador hasta 3 días. Recalienta en un horno a 350°F durante 10-15 minutos para que recuperen la crujencia.

Información Nutricional

Por porción (suponiendo 6 porciones): Aproximadamente 320 calorías, 22g de proteína, 18g de grasa, 14g de carbohidratos. Estas alitas son una buena fuente de proteína y contienen vitaminas y minerales esenciales del pollo. El recubrimiento sin gluten proporciona una alternativa más baja en carbohidratos a las alitas tradicionales.

Sugerencias para Servir

  • Sirve con un acompañamiento de aderezo de queso azul o ranch sin gluten para mojar.
  • Acompaña con tallos de apio y zanahorias frescas para una presentación clásica.
  • Empareja con una cerveza sin gluten o una limonada ácida para equilibrar el picor.
  • Para una comida completa, sirve junto a una ensalada verde fresca o un repollo sin gluten.